Utilizando cebo vivo, se pescan uno a uno, con caña y anzuelo. Se sumergen en agua fría entre 4 y 6 horas para después pasarlos a la nevera de fresco del barco donde son apilados con suma delicadeza cubriéndolos de hielo. Se consigue de esta forma, que el rigor mortis sea lo más delicado posible, que el bonito no sufra y que el músculo esté relajado. Así se evita que las fibras de la carne se contraigan y endurezcan. Este cuidado exquisito nos garantiza calidad y frescura en cada pieza capturada.
Los lomos de Bonito del Norte al natural de Rubén 1964, han sido cuidadosamente seleccionados y envasados a mano, añadiendo únicamente agua. Así, podemos disfrutar de una conserva natural, saludable y suculenta, de un paladar fino y delicioso. Presentados en tarro de cristal.
Tarro de cristal
Peso neto/escurrido: 200/140 g
Procedente de las lonjas de Celeiro y Burela
Pescado con caña y anzuelo en temporada de costera, durante julio y agosto
Envasado a mano, elaborado en fresco
Sano, sostenible y delicioso