El origen de la mermelada se remonta al Antiguo Egipto, momento histórico en el que se comenzaron a elaborar confituras de especias, verduras y frutas.

En la Antigüedad se utilizaba la miel como base, y el objetivo era conservar el mayor tiempo posible los alimentos perecederos.

Era típico utilizar el melocotón, el albaricoque o el dátil.

En la Edad Media, comenzó a utilizarse la técnica del baño de azúcar.

En la actualidad, existen composiciones muy innovadoras que combinan desde sabores muy dulces hasta amargos.

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